Origireto2020 Abril: Hijo de la libertad

Aquí os dejo mi segundo relato del año del maravilloso Origireto correspondiente a Abril, para informaros del mismo podéis ver las normas en el blog de Katty: https://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html  y Stiby: http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2019/12/reto-de-escritura-2020-origireto.html

Espero que os guste y lo disfrutéis.

Hijo de la libertad:

La noche empezaba a adueñarse del cielo, la luna comenzaba a robarle el dominio a su hermano el sol. Era el momento que llevaban horas esperando, la llegada de la noche, el momento en el que los espíritus se adueñan del mundo, y el mejor momento para llevar a cabo su plan.

—Capitán, el viento se levanta por nuestra popa, es probable que ganemos unos cuantos nudos de velocidad si navegamos bien. Y tenemos buenos marineros que hagan el trabajo.

—Os lo he dicho muchas veces, los espíritus son nuestros mejores aliados. Ha sido comenzar a gobernar la noche y conseguir cobertura y el viento suficiente como para dejar a nuestros enemigos detrás —el capitán de El Temido guardó su catalejo mientras daba ordenes a sus piratas—. Lanzad una andanada con los diez cañones de babor y largad velas, derecho el timón. Somos mas rápidos que ellos y tenemos el viento a nuestro favor, no necesitamos nada mas para ponernos a salvo.

Los piratas del bergantín obedecieron al instante, los diez cañones dispararon casi al instante sobre sus perseguidores creando la suficiente confusión como para que el navío pudiese poner espacio entre ellos antes de que sus enemigos se diesen cuenta de lo que estaba pasando.

Antes de que los marineros del otro barco pudiesen siquiera prepararse para perseguirlos ya estaban a una distancia considerable. El barco pirata era mucho mas ligero y rápido, lo que les permitía atacar y retirarse antes de que sus enemigos pudiesen reaccionar, por eso le gustaba tanto al capitán. Eran capaces de ganar una batalla antes siquiera de que sus enemigos supiesen que estaban combatiendo.

—Desde que abordamos ese barco mercante no han dejado de perseguirnos ni los barcos militares ni los que quieren cobrar la recompensa por nuestras cabezas. Casi parece que encontramos esa olla de oro al final del Arco Iris con la que los irlandeses tanto sueñan.

—Os lo dije, ese barco iba a ser nuestro mayor botín en todos nuestros años de piratería. Tras esto podremos retirarnos como hombres ricos, como hizo Avery, aunque hemos necesitado algunos combates más que él. Ya hubiese querido encontrar una recompensa así ese estúpido de Francis Drake…

—Es Sir Francis Drake ahora, capitán. El rey de Inglaterra le concedió el titulo por sus hazañas utilizando la patente de corso.

—Me niego a llamar Sir a ese malnacido, ningún pirata o corsario que se precie traicionaría todo lo que representa solo para contentar y servir a un reyezuelo del tres al cuarto y ganarse tres letras delante de su nombre. Esos viejos reyes solo buscan combatir por un palmo mas de tierra, cuando los piratas poseemos todo aquello que abarca el mar bravío, y se trata de un territorio en el que el hombre no ha conseguido nunca imponer sus leyes.

Los piratas rieron ante el comentario de su capitán, todos conocían el desprecio que le procesaba al afamado corsario inglés. En el pasado habían tenido varios encontronazos, no en vano habían utilizado patentes de corso de países rivales, aunque el capitán de El Temido había renunciado a la patente para abrazar completamente la piratería. Por ello despreciaba tanto a aquellos que no solo renunciaban a esa vida para servir a reyes que únicamente los utilizan, sino que también se dedicaban a perseguir a sus antiguos compañeros de fechorías.

Cuando casi parecía que se habían librado de sus perseguidores una bala de cañón pasó rozando la cubierta del barco, haciendo que todos los piratas saliesen de sus ensoñaciones. Parecía que los espíritus habían dejado de protegerlos, pues ni en su completo dominio habían conseguido librarse de sus perseguidores.

—Capitán, se acercan varios barcos enemigos. Y no solo por popa, estamos completamente rodeados, parece que nuestra suerte se acabó, de esta ni los espíritus nocturnos nos podrán librar.

—Parecemos ese personaje… ¿Cómo se llamaba? Ah, sí, el flautista de Hamelín, las ratas salen de los lugares más insospechados para seguirnos —el capitán estaba tranquilo, no porque estuviese convencido de que fuesen a vencer. Era mas bien la tranquilidad de aquel que conocía su destino y estaba dispuesto a afrontarlo—. Bueno, marineruchos de agua dulce, vosotros decidís. Podemos rendirnos e ir como animales al matadero mientras nos llevan al cadalso, o podemos combatir. Honrar aquello que somos, no os diré que ganaremos, porque la situación es complicada, pero si que la historia de esta derrota ira de boca en boca por todos los mares mientras haya un hombre libre que ondee la bandera negra, y nos llevaremos al infierno a unos cuantos de esos malnacidos. ¿Qué me decís?

El rugido de sus hombres fue la única respuesta que necesitaba. Sabia que ninguno se dirigiría al cadalso como un borrego, no había ningún cobarde entre su tripulación, los había escogido cuidadosamente.

Al capitán pirata aun se le erizaba el vello al recordar esos momentos y el combate que lo siguió a continuación, recordaba todos los movimientos, todos los disparos y estocadas, recordaba todas las caras de los muertos sobre la cubierta de su barco. Incluso en esa situación no podía sino sentir orgullo hacia los piratas que lo habían seguido durante años.

—Que de un paso al frente el reo. Capitán Hernández, por el delito de piratería se le sentencia a la muerte —aunque esas palabras eran algo redundantes, dado que ya tenia la soga alrededor del cuello antes de que dijesen su apellido—. ¿Tiene el reo unas últimas palabras?

El capitán se regodeo mirando a su alrededor mientras escupía en las tablas de la horca. Tras de sí tenia a los ocho piratas que habían conseguido sobrevivir, condenados como él a muerte, frente a él una gran multitud esperaba ansiosa a ver como colgaba de una soga.

—Miraos, unos simples animalitos sin capacidad de decisión. Os dicen que tenéis que decir, a quien tenéis que obedecer, a quien tenéis que temer y odiar. ¿Y que hacéis cuando os encontráis a hombres libres que deciden vivir su vida sin seguir los dictámenes de ningún rey? Deseáis su muerte, pero, aun asi, no me abandona a mi la suerte —miró al verdugo como el que mira a un viejo amigo—. Venga, haz tu trabajo, que aquellos que te lo ordenan terminaran colgando como yo, quizás del palo mayor de su propio barco.

Estas fueron las ultimas palabras del capitán, antes de pender tambaleante de la soga. Un golpe seco y la muerte encontró, ese había sido su destino, pero en esos segundos antes de desaparecer del mundo el capitán supo que sus hazañas serian epopeyas, y que el nombre de su barco se cantaría años después de su muerte, quizás siglos.

LISTA DE OBJETIVOS:

Objetivo 2: Crea un relato basándote en una canción (3op) Explicación de la canción, se trata de la “Canción del Pirata” de José de Espronceda, que, aunque se llame canción es un poema, pero fue hecha canción por el grupo Tierra Santa en su álbum Tierra de leyendas del 2000.

Extensión: 1107

Cuentos y leyendas: J- el flautista de Hamelín (2op)

Criaturas del camino: Espíritus (1op)

Objetos ocultos: un arco iris y un personaje conocido (1op)