Origireto Septiembre "Magia de Sangre"
Aquí os dejo mi segundo
relato del año del maravilloso Origireto correspondiente a septiembre (que iba
a ser de agosto), la continuación del anterior, para informaros del mismo podéis
ver las normas en el blog de Katty: https://plumakatty.blogspot.com/2019/12/origireto-creativo-2020-reto-juego-de.html y Stiby: http://nosoyadictaaloslibros.blogspot.com/2019/12/reto-de-escritura-2020-origireto.html
Espero que os
guste y lo disfrutéis.
Magia de Sangre:
—Mas te vale brujo
decirme que es lo que le pasa, he perdido a cinco compañeros para rescatarla y
no voy a dejar que muera por un conjuro. Te juro por la diosa Calipso que, como
muera por la acción de uno de los tuyos recorreré todos los mares hasta no
dejar ninguno con vida. Y no intentes nada raro, mi colgante me salva de los
hechizos que lancéis los brujos contra mí.
El capitán Nero
apartó el cuchillo que apretaba el cuello del brujo para que este pudiese
moverse. Del corte que le había dejado en el cuello salió un pequeño hilo de
sangre azul, el símbolo inequívoco de que la magia corría por su sangre. Este se
movía nervioso, el hombre que se alzaba ante el era conocido, y su furia
legendaria. Todo el mundo sabía como había arrasado seis ciudades hasta
encontrar la fortaleza a la que habían vendido la sirena como esclava. La misma
sirena por la que había destrozado la fortaleza solo con un barco, y que se encontraba
ante él, con un color blanco de piel que, si no fuese por su tenue respiración,
parecería muerta. Pero, lo que hacía que el capitán Nero estuviese convencido
de que la magia era la culpable, era el hecho de que continuase con la cola,
aunque estuviese en tierra, donde se le debían convertir en piernas.
—Lo primero,
capitán, yo no soy un brujo, los brujos utilizan magia oscura. Yo soy un
hechicero, nosotros ayudamos a la gente, no les hacemos daño. Si me dejáis acercarme
sin el miedo a que mi cuello sufra otra herida intentaré descubrir que le
sucede a vuestra amiga.
El capitán dejó
acercarse a Aerys y guardó su cuchillo. En la puerta de la casa se encontraban
varios piratas esperando las ordenes de su capitán, entre ellos su intendente,
Gara. El supuesto hechicero pronunciaba sin parar palabras que para los piratas
no tenían ningún sentido, por ello los nudillos del capitán se encontraban blancos
de tanto apretar la empuñadura de su sable. El tiempo pasaba y nada parecía hacerle
efecto a Aerys, para bien o para mal, pero la tensión se notaba en el ambiente,
hasta que el hechicero se irguió para hablar con el capitán.
—Tengo buenas noticias,
capitán, pero también muy malas. La buena es que se que le afecta, no llega a
ser una maldición, aunque le esta produciendo mucho sufrimiento, no la matará. Las
muy malas son que se de quien es esa magia. —el capitán pirata le lanzo una mirada
con la que le instaba a continuar—. Se trata de la Bruja Raura, una mujer
legendaria entre los portadores de magia, aunque seguro que también habéis oído
hablar de ella. Hace más de una década se hizo famosa porque secuestro a una
niña y se la llevó a sus dominios. Era tal su obsesión por mantenerse a si
misma y a la niña a salvo que no permitía que nada afilado entrase en la torre
donde la tenía encerrada. Según cuenta la niña llegó a tener el pelo tan largo
que desde la ventana mas alta de la torre llegaba al suelo. Estuvo muy
tranquila durante años, hasta que rescataron a la niña, ya adolescente, y encolerizó.
Desde entonces ha convertido los mares en su reino de terror, quizás la haya maldecido
por algún objeto que lanzase al mar.
—¿Cómo se desharía
la maldición?
—No se trata una
maldición como tal, por tanto, podéis convencerla de que la haga desaparecer,
pero, si conseguís matarla, la energía mágica del hechizo desaparecerá, y se
salvará. Aunque no pasará igual con el resto de maldiciones que haya lanzado. Pero
primero debéis localizarla
—Eso no es
problema, hechicero, se perfectamente como llegar a los dominios de la Bruja
Raura. Y es fácil llegar para aquellos que ya han estado allí —el capitán
pirata estaba comprobando el filo de su sable mientras hablaba—. Con mi
tripulación puedo llegar fácilmente allí, y convencerla de que quite su
maldición, o si no, su cabeza decorara la proa de mi navío.
—Pero, debéis saber,
capitán, que una maldición recae sobre sus tierras. Desde que un hombre, un príncipe
según dicen, ayudó a huir a la princesa secuestrada, utilizó todos sus poderes
para que, cualquier hombre que entre en sus dominios muera con terribles
sufrimientos —el hechicero hablaba con miedo, sabía que si el capitán pirata se
cabreaba con sus palabras el que moriría sin remedio sería el—. Al ser una
maldición, y no un conjuro o hechizo, vuestro colgante no os ayudará.
—Hechicero, no te
preocupes, pues conozco perfectamente esa maldición. Se que no puedo volver a
las tierras de la Bruja Raura, pero te equivocas en una cosa —el hechicero miró
al pirata con la incógnita en su mirada—. No fue un príncipe el que salvó, ni
fue una princesa la que estaba secuestrada. Mas bien fue un pirata que atacó la
torre por los posibles tesoros y, de paso, ayudó a una joven campesina a
escapar de su tortura, no sin antes cortarle el pelo. Por eso habrá hechizado a
Aerys, porque sabrá que es importante para mí y querrá su venganza. Pero, aunque
solo las mujeres puedan entrar en sus tierras, jamás le pediré a esa persona
que vuelva allí.
—No me lo tienes
que pedir, capitán, si es por salvar a Aerys iré encantada a reencontrarme con
la vieja Raura, y, como dice la canción, sentenciada esta a muerte —Gara se acercó a su capitán y le colocó una mano en el hombro.
—Jamás podré
pagarte esto, querida Gara —Nero abrazó a su intendente mientras miraba al
hechicero—. Tranquilo compañero, sobrevivirás de está, y, pase lo que pase,
dejare claro a mi tripulación que jamás se te debe hacer nada. Y tú, Gara, durante
esta misión serás la capitana de mi barco, reúne a todas las mujeres de la
tripulación que te quieran acompañar, e intentaremos reclutar a tantas como
podamos para llevar a cabo esta misión.
Los piratas abandonaron
la casa del hechicero con una única idea en la mente, reclutar a tantas mujeres
piratas como pudiesen y atacar a la bruja Raura, Con su muerte liberarían al
mar de una verdadera maldición.
LISTA DE OBJETIVOS:
Objetivo 9: Crear
un relato en el que la magia tenga un papel importante.
Extensión: 1029
Cuentos y
leyendas: B Rapunzel (2op)
Criaturas del
camino: II Brujas-hechiceros (1op)
Objetos ocultos: sangre
azul y canción (1op)
¡Me ha encantado! Espero con ansia la continuación.
ResponderEliminarMe encanta la amistad entre El Capitan y Gara.
Describes muy bien la angustia del hechicero.
Muy buen relato.
Saludos y nos vamos leyendo.
Hola
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato. En realidad, los relatos de piratas y sirenas me suelen gustar en general, pero este en particular tiene cosas muy interesantes.
Me gusta, por ejemplo, como has relacionado la historia de Rapunzel con este relato. Así que Gara era Rapunzel :). Por otro lado, muy interesante la idea de la maldición que impide que los hombres entren en el reino. De todos modos, dudo que Gara y sus compañeras tengan muchos problemas para lograr su objetivo.
Espero que sigas escribiendo este tipo de historias.
Un saludo.
Juan.