Ultimas luces
Bienvenides todes
de nuevo a un reto de escritura. Este va a ser mi primer relato del reto de
escritura “Estrellas de Tinta”, que corresponde al mes de Enero, para cualquier
información de este reto visitar: http://plumakatty.blogspot.com/2020/12/estrellas-de-tinta-reto-de-escritura.html.
Ultimas Luces:
El ancla ya estaba
echada, algo raro en las horas que eran, y bastante extraño en un barco como ese,
tan cerca de la noche, cuando las mas oscuras horas de la noche suelen ser el
abrigo que le permite escabullirse de cualquier enemigo.
Pero, la zona en
la que estaban, les permitía estar confiados en que nadie les atacaría. Había que
estar muy loco para meter cualquier tipo de embarcación en el Mar Beribe, donde
todo barco desaparece cuando el sol se hunde en el horizonte y la luna comienza
a reinar en el cielo. Se decía que la luna abría las puertas del mundo de los
monstruos, y que estos salían hambrientos, pues solo durante la noche se podían
alimentar. Otros que los barcos de aquellos piratas legendarios salían del infierno
y volvían a batallar y hundir aquellos barcos que se atrevían a entrar en sus
dominios.
Eran tantas las
historias como personas que las contaban, pero nadie sabia con exactitud lo que
sucedía. Lo único que se sabía era que los barcos desaparecían y no quedaban ni
restos de los naufragios. Aunque una historia estaba comenzando a tomar fuerza
entre los marineros y, sobre todo, los piratas. Aquella que dice que cuando el
sol y la luna se cruzan en el cielo una extraña luz verde abre una puerta que
lleva a un mundo mas allá de la imaginación. El mundo aquel en el que se dice
que los grandes piratas escondieron sus tesoros, pero que estos los custodian.
Y eso era lo que esperaba la capitana del Revenge, la puerta que le
llevaba al reino de los piratas muertos. Aunque no es el tesoro lo que tanto le
interesaba.
—¿Estás segura de
que quieres hacer esto? —Tissa se acercaba a su capitana mientras esta esperaba
tranquilamente apoyada en la proa de su navío, esperando al anochecer.
—Tengo que
hacerlo, no tengo ninguna otra opción, pero tu si lo tienes, al igual que el
resto de la tripulación —la capitana Fiara se giró para encararse a su
contramaestre, acomodando su sable para que no chocase con las tablas del barco—.
Cuando os propuse esta misión os dije que iba a ser peligroso y que el
beneficio iba a ser nimio. Aun estáis a tiempo, si cogéis los botes estamos lo
suficientemente cerca de los limites para volver a zona segura, mientras el
barco distrae a todo lo que pueda ser un peligro.
—¿Y dejarte aquí abandonada?
Estas más loca de lo que pensaba si piensas que yo o cualquier miembro de la
tripulación nos iremos de aquí para que te enfrentes a lo que sea tu sola —Tissa
había hecho un gesto con el que, abarcando todo el barco, para señalar a la
tripulación. Pero después se acercó a un mas a Fiara hasta estará escasos centímetros
de su cara—. Y tienes que estar muy loca si piensas que yo te voy a dejar sola
cuando estas a punto de descubrir aquello que llevamos buscando años.
Al decir esto la
pirata besó a su capitana en los labios, la cual acepto el beso y lo devolvió
con todo el amor que abarcaba en su corazón por la compañera con la que llevaba
compartiendo su vida seis años. Habían empezado juntas en la misma tripulación,
y el amor había surgido con la misma naturalidad con la que hoy día realizaban
un abordaje, era algo que parecía que siempre había formado parte de sus vidas.
La capitana pirata
únicamente se separó de su amada cuando, mirando el cielo, vio que el momento
que estaban esperando estaba a punto de comenzar. A regañadientes se separó de
su contramaestre y se dirigió al timón, donde sabía que todos los piratas del
barco la verían sin problemas. Subió la escalera que subía a esa cubierta
saltando de dos en dos los escalones, como lo que era, una persona ansiosa por
descubrir el secreto que tanto llevaba esperando.
—Marineros,
escuchadme, debemos estar preparados. Bien sabéis que toda persona que ha
escuchado nuestra intención de venir a este mar y enfrentarnos al desconocido peligro
se ha reído de nosotros. Pero hoy será el día que nos reiremos de ellos. Seremos
los primeros en salir de este mar con vida, y con algunos de los mayores
tesoros que pueden encontrarse en todos los mares. —a cada palabra que decía sus
piratas le vitoreaban. Todos conocían aquello que buscaba la capitana Tissa, y tenían
tantas ganas como ella de conseguirlo—. Si se abre la puerta, y se acercan los
barcos piratas sabéis lo que debemos hacer. Todo el mundo, asustado,
seguramente les ha atacado, demostrando ser sus enemigos. Pero nosotros no lo
somos, somos sus aliados, formamos parte de aquella alianza de personas que
busca la total libertad enarbolando la bandera negra. No alcéis nunca las armas
contra ellos, dejad que se acerquen, y, cuando estemos cerca, yo me encargaré
de hablar. Si se cumplen mis sospechas, tendremos nuestros dedos sobre el mayor
tesoro que la gente jamás se imaginaria, y no hablo del oro y plata. Y, si me
equivoco, en el infierno os esperare para resarciros de mis errores.
Todos los piratas volvieron
a sus puestos y, por primera vez en seis años, no lo hacían con las armas
preparadas, sino con sus manos desnudas, y sus vainas vacías. Muchos tenían la
sospecha de que aquello no surtiría efecto, pero todos confiaban en su capitana
y se negaban a llevarle la contraria, pues jamás les había defraudado. La propia
capitana y su contramaestre habían dejado sus armas apoyadas contra el timón.
Fue cuestión de
minutos, de instantes. En el momento en el que la luna comenzaba a salir, y el
sola a desaparecer, se produjo el destello. Una poderosa luz verde llegó desde
el horizonte y fue entonces cuando supieron que la puerta se había abierto. Pero,
al contrario de lo que pensaban, no se abrió en la lejanía, sino que a apenas
unas decenas de millas de su barco comenzaron a aparecer esqueletos de madera,
pues a eso no se les podía llamar barco.
Una docena de
barcos desvencijados comenzaron a dirigirse hacia ellos, y, cuando estuvieron
lo suficientemente cerca pudieron ver cómo, aquellos que se movían por sus
cubiertas, no eran otros que cientos de esqueletos vivientes. Cuando el primer
barco llegó a su estribor se detuvo, lanzando la oxidada ancla al mar, y, de un
salto, un esqueleto subió al barco para hablar con la capitana.
—No parecéis temernos,
no nos atacáis, y enarboláis la bandera por la que dimos nuestras vidas. ¿Qué buscáis?
Pensad vuestra respuesta pues pueden ser vuestras ultimas palabras.
—No os tememos
porque no venimos a robaros, al contrario, venimos a hacer honor a vuestra
memoria. Mi nombre es Tissa, y solo vengo a ver a vuestro mayor capitán,
Barbanegra, para hacerle una pregunta. ¿Dejará que yo, su nieta, encuentre el Venganza
del Reina Anna, para convertir los mares en el reino de los piratas?
Estrellas mes:
Palabras: 1161
Objetivo Relato: 12- Escribe una historia en la que la salida y/o puesta del sol tengan relevancia.
Objeto Oculto 1: 5- un beso
Objeto Oculto 2: 15- unas escaleras.
Extras:
¡Como me gustan las historias de piratas!
ResponderEliminarMe ha encantado el relato y espero que continúe, pero échale un ojo que tienes algunas erratillas de tecleo, nada serio.
Me gusta la capitana, se adivina que es una mujer fuerte y carismática. Pero me ha sabido a poco, necesito que me cuentes más.
Espero leerte más seguido en este reto.
Enhorabuena por el relato, muy entretenido.
Saludos y nos vamos leyendo.
Me encanta la capitana y sinceramente quiero saber cómo continúa. ¿Tiene continuación? ¿La va a tener?
ResponderEliminar¡Enhorabuena por el relato!
¡Pero qué maravilla! Las historias sáficas de piratas nunca dejan de resultarme lecturas amenas y sorprendentes.
ResponderEliminarAplaudo este relato que introduce a lo que puede ser una gran historia. Y si no hay más historia queda muy bonito igual así como relato.
Espero leer más de ti.
Érica